El modelo económico y los ajustes o modificaciones
que él requiere sin duda han sido el principal tema de debate
durante esta campaña electoral. Diversas han sido las voces que
se han alzado desde el mundo político, académico y empresarial
para criticar o defender esta estrategia de desarrollo. Los primeros
lo acusan de profundizar la desigualdad social, no generar cambios en
la distribución de ingreso y relegar a las PYMES, en definitiva
que promueve el crecimiento, pero no el empleo y la equidad. Para los
segundos ha permitido a nuestro país convertirse en líder
en la región, insertarse en el mundo globalizado y mejorar sustancialmente
la calidad de vida de los chilenos.
¿ Es realmente necesario perfeccionar el modelo?
La vida no es estática y el progreso requiere adaptarse a los
nuevos acontecimientos y ello es válido para las políticas
públicas. Sin embargo, las reformas que se planteen deben orientarse
hacer más eficiente el funcionamiento de la economía,
incorporando más mercado y derribando las barreras a la competencia
que hoy existen.
Así piensa Hernán Büchi, consejero
de LyD, ex Ministro de Hacienda y palabra autorizada al evaluar el funcionamiento
de este modelo. Sus argumentos se basan en la experiencia internacional:
aquellos países que han ampliado la libertad económica
han aumentado significativamente su ingreso per cápita, mientras
otros, con sistemas centralizados o populistas como algunos africanos,
Cuba y Corea del Norte, entre otros, han perpetuado la pobreza de sus
habitantes. Los países que han crecido velozmente han visto mejorar
no sólo al promedio del país o los sectores de altos ingreso,
sino también a los más pobres.
¿Se
puede crecer y alcanzar el desarrollo si se modifica el modelo, como
ha insistido la Concertación ?
Si por modificar el modelo entendemos eliminar la economía
de mercado, entonces la respuesta es no.
El modelo de economía de mercado ha sido el que
ha logrado generar mayor crecimiento y de hecho, no existe ningún
país que haya dejado atrás el subdesarrollo sin haber
permitido que las personas decidan libremente los bienes y servicios
que deben ser producidos. Las soluciones centralizadas o populistas
sólo llevan finalmente a la perpetuación de la pobreza,
como lo han demostrado tantos países que han transitado por esa
senda. Hay una correlación casi perfecta entre los índices
de libertad económica que publican prestigiosas instituciones
como la Heritage Foundation o el World Economic Forum y el nivel de
desarrollo económico de los países.
¿
Cómo se reduce la desigualdad aumentando la libertad económica,
con más mercado ?¿ Qué dice la experiencia internacional?
Para reducir la desigualdad hay que permitir más
libertad. Existen vastas áreas de la sociedad chilena en donde
aún no se aplican criterios de eficiencia, siendo la educacional
una de las más importantes. Más del 80% de los niños
estudian en un sistema de mala calidad, en donde, por ejemplo los buenos
profesores no son adecuadamente recompensados y por el contrario, los
malos siguen haciendo clases. Las escuelas con rendimiento deficiente
siguen funcionando sin que nadie se haga responsable. Con ello se produce
tal diferencia en la calidad de la educación que no es extraño
ver después en el mercado del trabajo dichas diferencias.
Hay muchas otras áreas donde avanzar. ¿Cómo
vamos a tener más emprendimiento cuando formar una empresa en
Chile puede demorarse diez veces más que en Canadá o Estados
Unidos?
Es importante destacar eso si que los datos en Chile
muestran que las generaciones más jóvenes, que han tenido
mayor educación, tienen mejor distribución del ingreso.
Eso es alentador. Imagínese lo que se podría lograr mejorando
la calidad.
Algunos
sectores han puesto como ejemplo a seguir por Chile a países
como Suecia, ícono del Estado de Bienestar y Alemania, hoy estancada
en bajos niveles de crecimiento por la excesiva injerencia estatal en
todos los ámbitos de la vida cotidiana. ¿ Que le diría
a quienes proponen ese modelo?
Les pediría
ver la evolución dinámica del desarrollo, ya que dichos
países cuando ostentaban el ingreso per capita que Chile tiene
actualmente, tenían gobiernos más pequeños y menor
carga tributaria de la que Chile tiene en la actualidad. Eso les permitió
crecer y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Lamentablemente,
la mayor regulación y los altos impuestos llevaron el capital
de dichos países a buscar mejores destinos como por ejemplo en
USA o Asia, ya que es muy difícil hacerlo en sus lugares de origen.
Estos países perdieron enorme terreno incluso frente a economías
europeas menos estatistas como la de Inglaterra e Irlanda.
Pero algunos de ellos ya se han dado cuenta y Suecia,
por ejemplo, viene de vuelta y las últimas administraciones han
bajado la carga impositiva y disminuido las regulaciones. Fíjese
que Suecia ya tiene un incipiente sistema privado de pensiones donde
los trabajadores de ese país ponen un 2% del salario en cuentas
individuales.
¿
Hacia que país debería mirar Chile?
Creo que debe aprender de las experiencia de diferentes
países, tal como el acuerdo político para las reformas
del Estado de Nueva Zelandia, la competencia tributaria de Irlanda o
los países como Rusia y otros ex comunistas de Europa Oriental
y la constante creación de oportunidades y gran flexibilidad
de la economía de los Estados Unidos, que pese a todos los pronósticos
en contrario sigue tirando el carro de la economía mundial.
LyD ha sostenido
que los cuestionamientos se deben a aspectos pendientes del modelo económico
más que a fallas ¿Cuáles son las áreas en
que es necesario profundizar?
Son principalmente áreas microeconómicas
en donde la regulación es vital para lograr atraer nueva inversión.
Lamentablemente a diferencia del consenso existente en relación
al Banco Central o los acuerdos de libre comercio, en la regulación
sectorial ha sido muy difícil obtener consensos similares, lo
cual lleva a que, por ejemplo, el proyecto de ley de bosque nativo lleve
14 años en el Congreso. Esos son lujos que no nos podemos permitir.
Otra cuestión que hay que despejar es el fantasma de continuas
e interminables alzas de impuestos porque eso desalienta las inversiones.
Pongámonos de acuerdo en que el nivel de carga tributaria en
Chile es adecuado y seamos un poco más ingeniosos para obtener
los recursos que hacen falta para resolver varios problemas. Siempre
he dicho que la gracia es hacer más con menos, no con más.
Otro tema
que ha sido últimamente cuestionado es la concentración
económica. ¿ Es realmente perjudicial para la competencia,
como se ha señalado? ¿ Es posible señalar que la
concentración genera desigualdad?
La fusión de compañías es un fenómeno
mundial ya que la globalización ha obligado a tener tipos de
empresas que sean capaces de competir a nivel mundial; esto genera competencias
intensas entre grandes empresas que a su vez benefician al consumidor
al poder acceder a bienes y servicios de mejor calidad y menor precio.
Por tanto, en la medida que la intensidad competitiva se incrementa,
el gran beneficiado será el consumidor y en el evento en que
se detecte una situación no competitiva debe actuar la regulación
con toda su fuerza. Lo importante acá es que no existan barreras
a la entrada y que los actores en cualquier mercado puedan estar constantemente
amenazados por la posibilidad de que otro sea más eficiente y
le gane el mercado, o por último que le compren la empresa.
Hoy día la competencia no se mide por el número
de empresas sino por la posibilidad de que las empresas sean desafiadas.
¿
Cómo afecta la concentración económica a las PYMES?
En el mundo globalizado existe espacio para las PYMES
porque alrededor de la actividad de las grandes empresas se crean miles
de subcontratos y oportunidades de nuevos trabajos. Sin embargo, en
otros países tenemos empresas pequeñas profesionalizadas,
con altos estándares de calidad, buen cumplimiento a sus clientes
e integradas al mundo financiero. No hay espacio para la improvisación
y el incumplimiento. Tenemos mucho que avanzar en ese terreno, por ejemplo
diminuyendo la regulación. Si la Dirección del Trabajo
tiene 500 aspectos a fiscalizar en una empresa usted comprenderá
que eso sólo lo puede afrontar una empresa grande, que tiene
un par de profesionales dedicados a eso. Pero la PYME tiene sólo
al dueño. Hay que cambiar entonces los criterios de regulación
y fiscalización para adecuarlos a las PYMES y creo que también
las grandes empresas deben avanzar en el sentido de ver a las pequeñas
como socios estratégicos y no imponerles condiciones contractuales
tan severas.
¿Cuál
es su balance general de los 25 años del sistema de AFP?
Es una de las reformas más importantes realizadas
en las últimas décadas ya que no sólo aceleró
el crecimiento de la economía, aumentó la tasa de ahorro
y el empleo, sino también generó un sistema que financiará
a las personas cuando hayan dejado de trabajar. Esto que parece muy
evidente y casi garantizado era algo que en el pasado no existía
o que la inflación se encargaba de que no se cumpliera.
El mercado de capitales en Chile se ha desarrollado
extraordinariamente, más de 40 veces en volúmenes de transacción
desde 1981 hasta ahora. Con los fondos de pensiones se financian las
viviendas de los trabajadores, buena parte de las concesiones y las
obras del Metro.
Chile es uno de los pocos países del mundo que
tiene resuelta la crisis del envejecimiento de la población gracias
a esa reforma pionera que encabezó José Piñera
durante el gobierno del General Augusto Pinochet. Las críticas
de falta de cobertura que hoy día se le hacen por algunos en
Chile son culpa de la regulación del mercado del trabajo y no
del sistema de AFP. Malo es el médico que ante un paciente con
dolores de cabeza decide cortársela sin siquiera hacer un diagnóstico
que le indique donde esta el origen del problema. Preocupémonos
de corregir los defectos que hemos ido acumulando en el mercado del
trabajo, verdadero origen del problema del ahorro de los trabajadores,
y no destruyamos sin análisis un pilar del progreso chileno.
El sistema de pensiones en Chile ha sido extraordinariamente exitoso,
se está exportando al mundo y debemos estar orgullosos de él.